A continuación pondré un artículo que escribí el pasado 18 de Septiembre de 2022, un día después del día de la Magna de Cádiz, un día histórico.
Y pasó como un suspiro
La Procesión Magna celebrada en Cádiz, ayer 17 de Septiembre pasó como un suspiro. Fue un Acto intenso, emocionante, brillante, sublime… y como le gusta que diga mi amigo Twitero, @judasgaditanum, «de babero».
Ya nada volverá a ser igual. Lo vivido quedará grabado en nuestras retinas y en nuestros corazones para siempre. Y no volverá a ser igual, porque Cádiz y sus Hermandades dieron un golpe definitivo para sentarse en la mesa de las «Semana Santas Grandes».
La Semana Santa siempre ha sido «grande», muy grande. Con una imaginería envidiable de épocas que llegan desde el gótico (caso del Señor de la Sentencia) hasta imaginería moderna de alto nivel, como los Buiza, Álvarez Duarte y Romero Zafra, con el imponente Misterio del Despojado.
Grande porque se vieron muchas cosas espectaculares, pero «en casa» se quedaron Afligidos, Vera+Cruz, Descendimiento, Buena Muerte, Humildad, Columna,…. Casi ná!!!!
La Semana Santa de Cádiz va creciendo en patrimonio, tanto en pasos como en insignias, cada año.
El éxito de la Magna de ayer tuvo, a mi entender dos «culpables»: La propia grandeza de las Hermandades participantes, en primer lugar.
Seguidamente, el Consejo de Hermandades, que apostó, incluso en contra de muchas voces que predecían un fracaso, que no se dió gracias al trabajo del citado Consejo, que organizó en poco tiempo este evento, y que ha tenido un éxito desbordante. Gracias por haber luchado por la Magna y por habernos hecho «soñar despiertos».
Desde aquí, como he dicho últimamente, gritar a los cuatro vientos que la Semana Santa de Cádiz es grandiosa y maravillosa. Que fuera los complejos y que vamos a defender lo nuestro.
Jesús Guerrero Alba